Es demasiado tarde
Por: Carlos Enrique Silva Espinoza
Los minutos corren, el sol avanza,
el pasto crece y la canción se vuelve a repetir.
Pronto será mañana, y yo aquí sentado,
aplastado, inconsciente y sin ganas de vivir.
¿Qué será mejor?, me pregunto.
No encuento respuesta,
y los minutos no dejan de correr.
¿Es que acaso estoy solo?,
¿Es que acaso no estoy aquí?,
la verdad no lo sé,
solo sé que la cancion se vuelve a repetir.
Mis párpados van cayendo,
como caen los pétalos de las flores.
Pero ¿a dónde es que estoy yendo?
¿A ocultar mis miedos o a vencer mis temores?,
No lo sé ni lo imagino; yo solo puedo decir,
que la canción se vuelve a repetir.
Ya es tarde. Está oscureciendo,
creo que mejor me voy a descansar.
Pero ojalá sea un descanso eterno,
para no tener que despertar.
¡Vaya!, ya es mañana,
y no pude encontrar la salida de este túnel
que no me deja en paz.
Solo puedo escuchar, solo puedo oír
que esa bendita canción
no se deja de repetir...
¡Basta ya!, ¡Es suficiente!,
no puedo seguir escuchando esto,
me hace daño, me hace mal.
¡Basta, basta!, ¡Deja de torturarme!,
¡Ya aprendí la lección!;
sé que mientras tenga que vivir,
la canción se volverá a repetir.
Solo la escucharé y la bailaré,
para que así me deje en paz,
y pueda ¡dejar de sentirme así...!
Por fin llegó la calma,
mis oidos no se quejan.
Pero...¿qué está pasando?
La canción ya no está sonando,
y ya no puedo ni sentir.
¡Ahora entiendo!,
es demasiado tarde,
la canción dejó de sonar,
pero yo,
dejé de existir...
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